En esta ocasión vamos a charlar sobre el "Libro Blanco de la Profesión Docente". Para aquellos que lo desconozcáis se trata de una iniciativa del Ministerio de Educación encargada al filósofo José Antonio Marina en el que le pedían que hiciera un análisis de la situación actual de la educación española y las medidas necesarias que habría que tomar sobre la misma.
El documento podéis consultarlo aquí: https://www.dropbox.com/s/f9v3qdu3lpdoytr/Bloque%201_Tema%203_PRACTICA%20sobre%20PROFESION%20DOCENTE.pdf?dl=0
No voy a desgranarlo entero puesto que es gargantuesco, pero voy a hacer un par de comentarios (centrándome en lo que no me gusta, la verdad).
Me parece un texto interesante en el sentido de que es algo neutro, es decir, no politizado. Es necesario apartar de la política este tipo de decisiones puesto que terminan contaminando las medidas. El hecho de que lo haya hecho un pensador se deja notar en la lectura.
Además, el formato pregunta - respuesta es muy interesante. Es decir, primero nos planteamos las preguntas adecuadas y entonces podremos generar respuestas útiles (se nota que lo ha hecho un filósofo :D)
De las cosas más interesantes, tengo que remarcar principalmente con el hecho de conseguir un gran pacto educativo basándonos en los expertos. Que no sean políticos / administrativos / burócratas sino el propio sistema docente el que pueda autorregularse. Olvidarse de ganar votos, quedar bien en la foto, dejar mal al oponente de turno... Pensar en nuestra educación y punto. (Si, la actividad anterior recordemos, meritocracia, me tocó un poco las cosquillas :D)
Y voy con lo que nos gusta, la crítica.
Aumento de notas de corte
¿Es un IQ alto una medida de un buen docente? ¿Dónde quedan (por ejemplo) las emociones?Mientras nuestro sistema educativo no tenga en cuenta, por ejemplo, las inteligencias múltiples, no vamos a tener nunca una medida de la capacidad de las personas. Es decir, quizá un médico o un abogado necesite un alto IQ al más puro y tradicional estilo pero, en el caso de un docente, son las carácterísticas humanas (como la inteligencia emocional) las que van a marcar la diferencia. Una persona con una gran capacidad "intelectual" pero sin ninguna empatía, ¿Podrá ser un gran profesor?
Además, ¿Se meten los médicos en medicina por las notas de corte? ¿O es por las expectativas salariales?
Mientras esta profesión no tenga una consideración económica y/o social importante (y no creo que eso lo den las notas de corte tal y como están planteadas) no vas a conseguir que vayan los mejores. Y ojo, que en este caso estoy presuponiendo que se hiciera una medición real de las capacidades y no del IQ exclusivamente.
Aumento salarial según objetivos del docente.
Si generamos unos objetivos a seguir (que afectan además al salario que vas a cobrar por tu trabajo), ¿Dónde quedará la innovación? ¿Quién se arriesgará su salario o su trabajo?Pues muy pocos, seguro. Lo que es bueno ahora no tiene por qué ser bueno en el futuro y los cambios provienen de la innovación de esos "valientes" que se atreven a desafiar al sistema actual y buscar cambios para mejor. Si ya es difícil en la actualidad imaginemos lo que pasaría si, por ejemplo, reducieran tu salario si no cumples ciertos objetivos (y dirás: no, caballero, es un aumento si consigues los objetivos, no al revés... ya... que te digan que vas a dejar de llevarte X euros si no sigues las normas que el sistema plantea y ya veremos si innovas porque es lo que crees correcto).
Correríamos un gran peligro de estancamiento en la educación o, peor, de un peligroso control gubernamental si (como ocurre siempre) el sistema se pervirtiera.
¿No generaría esto una competitividad insana entre compañeros profesionales?
Es decir, me planteo la situación futura: "Incentivos limitados a aquellos con el mejor desarrollo de sus objetivos" (que no es precisamente descabellada ¿no?). En estos casos, ¿será el altruísmo algo extendido entre el profesorado o será un aliciente para intentar ser el mejor considerado y evitar que tus compañeros puedan superarte?
Lamentablemente, en el mundo en que vivimos me da que iba a ser lo segundo...
Sé que puede parecer muy pesimista y poco esperanzador pero creo que en este tipo de medidas habría que tener en cuenta, cuanto menos, la peor de las posibilidades. Si ésta es aceptable, adelante. En caso contrario, antes de aceptarlo deberíamos aceptar que se pueda dar esa situación indeseable y que no nos pille por sorpresa.
De todos modos, no quiero ser malinterpretado, la iniativa me parece una pasada y me encantaría que no quedara en papel mojado. Para empezar, conozcámoslo todos y demostremos que es el camino correcto. Con un poco de suerte podremos hacerlo empezar a rodar.
No te entretengo más, nos vemos en la próxima.
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